Tuesday, December 19, 2006

Mark Ryden




La noche es larga
La vida es corta

Mi alma, oprimida, escapa entre la oscuridad




¿En dónde estás?

Me gusta pensar que somos uno


¿Qué es esto? seguramente un vuelo más.

A ese universo paralelo

al que suelo irme cuando no quiero seguir derramando lágrimas


De incertidumbre

de tristeza

de alegría

de dolor

de emoción

de felicidad

de amor


Te amo.

Te amo como nunca imaginé amar a nadie.


No sé qué escribo.

Lo único que hago es dejar que mis dedos hagan el trabajo.

Todo lo que tenga que salir quedará plasmado.

Ideas

Pensamientos

Sentimientos

Conceptos

Sueños


Tengo miedo.

Eso es todo.

Quién sabe qué miraba. Quizá la pared, o el horizonte, o la nada. La nada infinita que rodeaba el universo de su fantasía. Absorta en sus pensamientos. Con un nudo en la garganta. ¿Y todo para qué? Pensar...
Él era un niño muy travieso. De la escuela lo corrían porque hacía demasiado alboroto. Peleaba mucho con sus compañeros. Cuentan que alguna vez su madre quiso pegarle para reprenderlo por sus travesuras; pero antes de que eso sucediera, tomó una piedra y la estrelló contra el cristal del aparador de la tienda que tenía la familia. Y se echó a correr. Corrió tanto que llegó a otro pueblo, fatigado, mientras sus padres se preocupaban por su paradero.
Corría bastante bien. Todos los días jugaba carreras con sus amigos en la corniza del puente. Y era bastante alto. Ahora sólo se ven piedras y unos cuantos árboles. Pero entonces era todo diferente. Corría por ahí un río caudaloso, que se desbordaba constantemente. Si uno de los niños hubiera caído, seguramente nadie lo habría vuelto a ver.
No cambió mucho. Pero tuvo que enfrentarse a grandes cosas. Cuando vino la Revolución Cristera, fue imposible seguir estudiando. El toque de queda comenzaba a las seis. Era por seguridad de los habitantes del pueblo. Así que no había nada qué hacer. Absolutamente. Claro, sin televisión ni una buena plática con el vecino no podía hacerse mucho. Y es que el temor prevalecía... porque siempre podía oírse a los cristeros gritando. O a los federales. Muchas veces amanecía la gente muerta, las casas saqueadas, la escuela incendiada.
Todo se lo debía a Félix Alcaraz. Fue él quien le prestó una caja entera de libros de A. Dumas... Todas las tardes leía, leía, aprendiendo todas las cosas que sus páginas encerraban. Supo de historia, de ortografía, de literatura... y de los sentimientos.
- ¡Despierta!
- ¿ qué pasa?
- ¿ Dónde está el dinero? ¡Habla pronto, que te mato!
- Pues en el banco...
- ¿Acaso crees que estamos jugando? ¿te burlas de nosotros? El dinero.. ¡me lo dices o te mato?
- No sé en donde está... (¿es que estoy alucinando por la calentura, o realmente tengo un rifle en las costillas?)
Qué aventura. De no haber sido por los federales, en ese mismo momento su vida hubiera terminado. Así de rápido. Así de simple. Quién diría que tendría 8 décadas más, para contarnos lo que había pasado.
Cuando la conoció quedó enamorado. Se subía a la torre de la iglesia para espiarla. Ahí podía observarla cuantas veces quisiera. El resto lo haría Amparo. Como los padres de ella podrían enojarse, se encargaba de entregarle todos los paquetes que le enviaban. Perfumes, flores, cartas... No cabe duda que eran otros tiempos. Cuando el amor era difícil de ganar y de conservar. Cuando era sólo entre dos y duraba toda la vida. Quizá mi alma es de otro tiempo también...
Nunca se detuvo. Terminó la primaria siendo un adulto, como una muestra de su compromiso con la educación. Y fue así como alfabetizó a casi todo el pueblo. Fue músico en una banda. Fue asistente de peluquero (y alguna vez atendió al mismísimo Lázaro Cárdenas). Crió gallinas y vacas. Fue cazador. Fue presidente municipal. Fue esposo, y padre de cinco hermosos hijos.
Cuando crecieron todo cambió. Algunas cosas buenas se desvanecieron. Y vinieron otras.
Te recuerdo.
Te recuerdo cuando leías, hasta que la luz del día no daba para más. Te concentrabas tanto... y a veces los párpados se hacían pesados y dormías cuando la historia estaba más interesante.
Recuerdo el olor del café y el pan en la mañana. Tu voz. La forma en que te aclarabas la garganta cuando estabas nervioso.
Recuerdo a la perfección tus manos. Deteniendo la portada de un libro. Jugando conmigo. Abrazándome.
Nunca fallabas cuando te visitábamos. Intentabas cargar la maleta y no te lo permitíamos. Decías "cómo has crecido... ya pasaste a Angelina" y luego tratabas de cargarme a mí; por supuesto que jamás te dejé hacerlo... "no, no, no... te lastimas"
Creéme... no voy a olvidar tu mirada cuando nos veías llegar. Cómo te reías con los ojos. Con esos ojos grises de contorno café. Unos de los más hermosos y profundos que he visto en mi vida. Tan llenos de ternura.
Me encantaba que me dieras la bendición, con tantos besos y agarrándome la nariz para jugar.
Recuerdo que cuando rezabas el rosario te quedabas dormido.
Sé que la hora de comer era a la una de la tarde. Todo te gustaba. ¿Y de postre? Una paleta helada. Había que darse lujos de vez en cuando...
Lo demás no quiero recordarlo.
Me duele demasiado....
Es verdad que el tiempo lo cura todo. Pero hay cosas que jamás se olvidan... no es rencor. Se llama memoria. Hay cicatrices que dolerán siempre.
No sé porqué he pensado tanto en ustedes últimamente. ¿Sabes? Estoy segura de que estuvieron conmigo el martes. Y el sábado. Y todos los días. Quizá el efecto raro de una fotografía me hizo creer con mayor firmeza que estamos siempre juntos. Supongo que estarías contento. Siempre interesado por la educación, hablando de lo mucho que lograría...
¿Porqué son así las cosas? Seguro estuviste también al pendiente cuando rompí en llanto. Warum? Warum ist sie schlecht mit mir? Was habe ich gemacht? Mein Herz tut weh. Ich weisse nichts. Was passiert und was soll ich denken? Bin ich verrückt? Ja... Die verrückte Fraulein.
Hilf mir...
Gracias por estar conmigo siempre.
Te adoro. Aprendí mucho de ti.
Y sigo haciéndolo...
Quién sabe qué miraba. Quizá la pared, o el horizonte, o la nada. La nada infinita que rodeaba el universo de su fantasía. Absorta en sus pensamientos. Con un nudo en la garganta. ¿Y todo para qué? Pensar...
Pensar con lágrimas en los ojos.

Sunday, December 10, 2006

Anoche me miré en el espejo.

No cabe duda de que soy un ser algo ajeno a este mundo. Y nunca lo he negado. Físicamente no soy rara. Quizá me caracteriza la complexión calaquil que rebasa los 10 kilos por debajo de lo que debería pesar, por una condición metabólica siniestra de nacimiento. Tal vez la ceja al estilo Frida, el cabello rapunzelesco y la forma de caminar cual pantera rosa. No sé. De cualquier modo nunca he considerado que mi aspecto sea particularmente distinto al de los demás.
A veces creo que pienso y siento diferente.
No me atrevo a adivinar cuántas personas observan con atención su reflejo.
En ocasiones, la imagen puede ser aterradora. Así que se usan cosas para esconderla: maquillaje, ropa, perfumes........
pero lo peor es cuando se usan acciones, risas, palabras y pláticas burdas para esconder lo que realmente se es.

22 años de existencia han sido insuficientes para hacerme comprender porqué el ser humano es incapaz de aceptarse a sí mismo. Incapaz de ver su interior y de entender lo que le sucede.
¿Qué es la felicidad?, ¿como obtenerla?, ¿es acaso un sueño inventado por las viejas generaciones para darles esperanza a las nuevas? es quizá un motor, y nada más. Inalcanzable.
Personalmente, creo que es algo muy real en la medida en que el individuo esté consciente de quién es. El resto nunca encuentra nada, porque en el fondo no quiere. Y es que hay cosas que quisiéramos simplemente ignorar. El problema es que mientras más se ocultan más poderosas se vuelven.

Puedes lucir hermosa con un poco de maquillaje. Pero ¿quién te quitará la porquería que llevas por dentro? Nadie. Y luego viene lo peor: el desencanto.
No sé qué es lo que sucede. Quizá soy dura para juzgar cosas que no me corresponden.
Pero por Dios, ¿cuándo fue que el planeta Tierra se transformó en el mundo de Barbie y Ken? Por todos lados veo a la gente corriendo, triste, desesperada, vacía... y con una gran sonrisa mientras ingiere un poco de alcohol y baila al ritmo de la música, igualmente vacía.
Desde que el valor de las personas se mide en popularidad, todo se fue al demonio. No eres popular si no has tenido 80 parejas, aunque fuera sólo por jugar o por incrementar tu ego. Mucho menos si no antreas. Definitivamente, no es de gente popular no hablar y vestir como lo dicta la moda, o decidir acercarse a alguien que el resto margina.
No. Si quieres ser popular, jamás debes hacer lo que te nace o lo que simplemente te da la gana.

Ya nadie vale nada,
Y entonces hay que aparentar.

Pero las apariencias engañan. Incluso podemos sentir que sabemos quiénes somos sin tener la más remota idea de ello.

Somos títeres de algo más fuerte. Hasta que la vida pierde el sentido, en medio de la frivolidad cotidiana.
A veces, las pérdidas son mayores cuando aparentemente se gana.

Qué porquería.
Quiero observar bien mi reflejo... espero encontrarme conmigo misma.

Tuesday, December 05, 2006

triste
confundida
llorosa
la cabeza me da vueltas
y no sé que hacer
sonrío
lloro
grito
me desespero
nadie entiende
y no entiendo nada
por más que me esfuerzo...
quiero hacer todo
no quiero hacer nada
río mientras por dentro lloro
y derramo lágrimas aunque sé que todo está bien
siento la angustia de la incertidumbre
y la tranquilidad de la calma a futuro
¿qué demonios está pasando?
estoy harta
estoy gris
estoy feliz
tan confundida...
a veces sólo quisiera desaparecer
y evitar sentir tanto


quiero volar

Friday, December 01, 2006

¿estoy dormida o despierta?
no importa... sigo soñando

Quizá de eso se trata la vida...

Tuesday, November 28, 2006

Parecía un día cualquiera. Como siempre,me levanté inexplicablemente alrededor de las 8:00. Qué rico cereal y qué excelente se siente beber un vaso de leche fría por la mañana... Y definitivamente esto de bañarse sí es lo mío; tan relajante ...
El caso es que después de las labores hogareñas habituales y de ir con mi madre a caminar un rato, mientras platicamos larga y tendidamente, me dirigí hacia la escuela con el objetivo de ver al quinto Beatle.
Sabía que íbamos a pasarla bien. Y no es por hacerme la chida; lo que sucede es que siempre la pasamos fabulantásticamente, ya sea ingiriendo chamoy, caminando, burlándonos del señor Papadopoulus, el chico de la mesa de en frente, el tipo que grita el número de orden... pero hoy... hoy fue un día totalmente diferente a los demás.
Hoy nos sentamos en ese lugar especial. Recordé las mariposas en el estómago, la incontrolable temblorina, la felicidad desbordante. Desde ese momento supe que todo saldría bien. Nunca había sentido algo tan fuerte.
Es increíble lo que hemos aprendido a lo largo de este tiempo. Saber que las palabras no sirven para expresar sentimientos tan intensos, que los seres humanos poseen una enorme capacidad de querer, que trasciende todo... incluso a ellos mismos. El poder de una mirada, lo profundo de una caricia, de un abrazo, de un beso. Sentir que el alma se sale del cuerpo, que el cerebro se va a quién sabe dónde... el corazón latiendo tan fuerte que no existe una forma más pura de experimentar una conexión con alguien...
Será que soy una loca... pero este día ha significado tantas cosas que estoy sentimentalmente agotada. No es algo negativo, al contrario. Quisiera encontrar las letras adecuadas para decir lo que siento. Pero no puedo. Quiero reír, quiero gritar, quiero llorar otras 2 horas porque estoy demasiado feliz, demasiado agradecida con Dios, la vida, el destino, las fuerzas del universo y el karma, por permitirme dejar de ser una persona y convertirme en parte de algo más... de algo inexplicablemente bello...
Por supuesto que siempre he tenido fe. Sé que estamos seguros, más que de cualquier otra circunstancia o meta. Se cierra un gran ciclo en nuestras vidas. Un periodo en el que crecimos mucho... académicamente, personalmente, colectivamente... La melancolía es parte de todo cambio. Pero esto permanece.
No importa si el mundo estalla. Lo que sentimos no va a cambiar. Quizá puede hacerse más profundo... como todos los días desde que aparecimos en la vida del otro.
Tengo tantas ganas de llorar.....
Te amo

Tuesday, November 21, 2006

nowhere man...

No sé si a todo el mundo le pase, pero suele suceder que mientras más se adentra uno en el mundo musical moderno, más se da cuenta de que el pasado tenía mucho mejor calidad.
La verdad es que siempre hay un poco de Beatles en mi corazón, pero por alguna extraña casualidad del destino hay días en los que no me dejan en paz. Últimamente, llevo un rato tarareando sus canciones mientras mi calaquil novio las interpreta con su voz angelical...
Así que aquí dejo un buen video de una buena canción, para mi Gustavito... y para toda persona que guste de esta música.

Inspírense

Monday, November 20, 2006

Cuentos de hadas


Estoy frente a la computadora, con los dedos helados y una pijama muy caliente que tiene un oso polar con bufanda. Seguro he de verme bastante ridícula, pero ¿qué importa? El frío ha invadido Chilangolandia con singular injundia, y mi casa es como un témpano de hielo...

El caso es que no sé porqué esta noche me puse a reflexionar sobre los cuentos de hadas (quizá por los destellos de realismo mágico imperantes en mi México lindo y querido), y lo crueles que son. De verdad, no sé a quién se le ocurrió narrarle esas historias a los niños al irse a la cama. ¿Cómo podría un pobre escuincle dormir sabiendo que una bruja caníbal iba a hacer un rico guisado con Hansel y Gretel?

Pues quien sabe... pero la verdad es que al hacer una breve lista de los cuentos que alguna vez nos narraron a todos me doy cuenta de lo tristes, crueles, y fantásticos que son... ¿cuáles serán sus efectos a nivel subliminal?

Porque no cabe duda de que la obsesión por la belleza está plasmada a la perfección en Blancanieves. Y ¡qué obsesión! ¿qué clase de psicópata intentaría asesinar a la hija de su queridísimo marido tan sólo porque es bonita? Ah, pero la versión de Walt Disney es de lo más leve (con todo y la famosísima frase de: "mátala.... y tráeme su corazón en este cofre"), porque resulta que antes de eso la mujer ya había tratado de asesinarla clavándole una peineta en el cráneo y cortándole la respiración con un vestido.... y es precisamente por eso que cuando el cazador le hace el paro Blancanieves se va a vivir con ni más ni menos que 7 hombres... aunque enanos, claro....

Cenicienta, la linda hija de un millonario caballero (claro) fue vulgarmente explotada por su madrastra y sus hermanastras (que obviamente eran feas), al grado de ser tratada como una sirvienta y vestida con andrajos. Tontamente, parece que este es el cuento más inocente que hay, porque lo único que le hicieron a la pobre muchacha fue esclavizarla... aunque posteriormente se les cayó el teatrito, porque gracias a su zapatilla de cristal (¿cómo es que alguien puede caminar con zapatillas de cristal?) el príncipe organizó el bodorrio con ella...

Pero lo que sí está feo es el caso del patito feo. Y no sólo porque fue humillado toda su vida y le generaron un severo trauma... sino porque al final lo aceptan, ¿y saben porqué? no fue ni por su carisma ni por su ternura... fue porque era un cisne, y por lo tanto era más bello que los patos... y luego se sorprenden de que cuando crecen los niños se vuelven metrosexuales y las niñas Barbies de Xochimilco....

Y bueno... Maléfica no se había enojado porque no la invitaran a la pachanga cuando nació la princesa. Lo que sucedió es que el menso del cocinero perdió uno de los platos de la vajilla de oro, y a ella le tocó de plata (hazme el favor, ¡qué falta de glamour!) y claro, esa fue una buena razó para maldecir a la pobre niñita... lo que casi nadie sabe es que el cuento no termina cuando se casó con el príncipe azul. Sucede que la mamá de él era mitad ogro, y quería comerse a los hijos de nuestra Bella Durmiente. De hecho, lo intentó varias veces. Cuando se dio cuenta de que seguían vivos, ordenó que llenaran un caldero con sapos, serpientes y demás alimañas (tepocatas, y víboras prietas) para que se los comieran vivos.... en eso llegó el príncipe, y la mamá prefirió suicidarse. Bonita historia para arrullar a los pequeñines....

Y ese del duende cuyo nombre no puedo pronunciar... ¿Rumpenstilskin? ¿o cómo? Sólo Dios sabe cómo se llamaba. La verdad es que fue un muy mal detalle de la chava tratar de engañarlo con tal de casarse con el príncipe (siempre la maldita codicia), al igual que el susodicho galán fue una mala persona al interesarse por su mujer cuando supo que podía convertir la paja en oro. Y fea también la actitud del duende, cuando le quitó a su primer hijo. Debe ser terrible para una madre que le arranquen a su bebé de los brazos.... no imagino un dolor más profundo.

¿Y la sirenita? En la versión original el príncipe jamás la peló, porque estaba comprometido. Y como las hermanas decidieron que el lugar de la pequeña Ariel estaba en el mar, cambiaron su cabello por una posibilidad de que regresara al mundo al que pertenecía... con la única condición de que asesinara al príncipe Erick y se lavara las piernas con su sangre. Así volvería a tener el cuerpo de antes. Lo lindo (lindísimo) es que ella lo amaba tanto que decidió morirse.... convertida en espuma.

Barba Azul mataba a sus esposas namás porque veían el cuarto prohibido. Las brujas convertían a los niños en ratas. La caperucita roja, por si no lo sabían, murió deglutida por el lobo (para que aprendan a no confiar en extraños).

¿Y el país de las maravillas? pues a mí se me hace que eran muy drogadictos ahí No sé si sea casualidad, pero ya si el sombrerero y el conejo se ponen contentos con té, la oruga filósofa fuma algo, el gato esta siempre sonriente, y Alicia aumenta o disminuye su estatura con hongos.... pa mí que ahí hay algo raro.

En fin... el mundo de los cuentos de hadas es algo sumamente extraño, plagado de crueldad, malicia, y demás obsesiones. Pero debo aceptar que han estimulado mucho mi imaginación. Me parecen fascinantes, salidos de la loca mente de alguien... Sigo sin saber cómo los niños de antaño podían dormir después de escuchar eso. Pero no importa. Arriba la imaginación...

Wednesday, November 15, 2006


- ¿Por qué te escondes?
- No me escondo. Me gusta estar entre los árboles.
- A mi también. Pero no me pasaría la vida entera ahí. No me mientas.. ¿qué es lo que tienen los árboles?
- Lo tienen todo. Son menos egoístas que tú... permiten que los animales vivan ahí, dan alimento, limpian el aire, y hasta se llenan de flores para deleitar las pupilas humanas con bellos paisajes. Y en cambio tú, ¿qué haces? Nada. Sólo me juzgas porque me gusta estar entre ellos. Además, no hay nadie más sabio que los árboles.
- Ah.... disculpa, lo que pasa es que nunca he hablado con uno.
- Jajaja, ¡qué tontería! Todo el mundo sabe que no pueden hablar.
- ¿Y entonces?
- Pues lo que hay que hacer es sentirlos. Han visto de todo. Cosas que jamás imaginarías.
- ¿Cómo lo que se esconde entre ellos?
- Exactamente.



- ¿Y porqué de noche?
- Porque así es más fácil escapar de las miradas, la curiosidad, los prejuicios... ya sabes, todas esas ideas que se formulan sobre cada quien sin siquiera conocernos. Y luego te preguntan porqué no eres como lo imaginaban.Como si los la gente dijera siempre la verdad...
- ¿Y en el día?
- Disfruto de la tranquilidad de una cueva, una rama, un arbusto. Siempre hay cosas nuevas que explorar. Pero sólo en la noche puedo estar tranquila. Me gusta ir al río y sentir la energía del agua fresca mientras observo el reflejo de las estrellas...
- Yo quisiera tocar las estrellas. Pero no puedo volar.
- Claro que puedes....
- Me encantaría tocar las estrellas. Quisiera ver la luna a la cara y preguntarle todas esas cosas que sólo ella puede responder. Quisiera ser el aire que se cuela por la ventana de una habitación, o la llama de una vela que alumbra el camino de alguien entre la oscuridad. Quisiera volar y sentir el calor del sol entre mi cabello...
- Vaya. Después de todo no eres tan distinta de los robles y los pinos.
- ¿Y los ángeles?... ¿existen?
- Existe todo lo que tú quieras. No sé porqué nadie quiere ver la realidad.
- ¿Y qué es la realidad?
- Lo que tú quieras.
- ¿Y las sirenas?
- ¿Qué no entiendes?
- Perdón. Lo que pasa es que todo esto es nuevo para mí.
- ¿Porqué te limitas?
- No sé. Quizá en el fondo tengo miedo.
- ¿De qué?
- De ti. De mi. De todo.
- ¿Porqué no volamos hacia las estrellas?
- Deberíamos....

- Anda. Hazlo ya.
- ¿Qué pasa? No puedo irme sin ti...
- Se me atoró un ala.
- ¿Qué es eso? ¿sangre?
- No. Es polvo.
- ¿Y lo que brilla?
- Mi alma.









Wednesday, November 08, 2006



El otro día, cierto individuo mencionó que México va por buen camino. Según los cálculos de los especialistas, aseguró, nuestro país será la quinta economía mundial en algunas décadas.

... Me quedé reflexionándolo...
Seguro que sí. Lo más probable es que seamos la quinta economía del mundo, tan sólo precedida por EUA, Japón, China, India... momento... ¡vamos a pasar a Alemania, Francia, Canadá! ¡yajuuu! Todo esto sería maravilloso.

Orgullosamente mexicanos. Me puse a pensar en la situación imperante en el futuro, y llegué a la conclusión de que sucederán muchos otros cambios, no por ello menos importantes.

El sureste de México, especialmente Oaxaca y Chiapas, serán los estados más prósperos de la república. El 100% de su población gozará de un nivel de vida alto,y desde la carretera podrán observarse las mansiones de los indígenas. Gracias a su sorprendente infraestructura y limpieza, la Ciudad de México se convertirá en uno de los principales destinos turísticos del mundo. No sólo por sus verdes prados y sus aguas cristalinas, sino por la gente. Esa maravillosa gente, colmada de felicidad y de sonrisas debido a su bienestar como ciudadanos... Y es que el presidente de nuestro país será sin duda un individuo capaz, desinteresado, honesto, y comprometido con sus connacionales.

Pero no paré ahí. Pensé que, cuando México sea la quinta economía del mundo, ayudará a preservar la paz internacional,promovida por Estados Unidos. Gracias a la instauración de la democracia en todo el planeta, África se desarrollará notablemente.En Asia, Kim Jonh Il renunciará a su proyecto nacional en favor de un régimen democrático con el objetivo de que el cambio tenga tanto éxito como en Irak. Después de la brillante intervención de la ONU, los mandatarios de Israel y Palestina decidirán tomarse de las manos y entonar una alegre canción...

En efecto, las probabilidades de que México se convierta en un país del primer mundo son muy elevadas. Por supuesto, ello beneficiará a su población de forma que la brecha entre ricos y pobres se reduzca al máximo. La delincuencia desaparecerá, porque no habrá ninguna razón para tratar de sobrevivir al hambre....

Me siento animada. Todo esto sucederá...
... cuando los cerdos vuelen ....

Friday, November 03, 2006


El día que morí, las cosas cambiaron mucho.
Y no es que fuera un cambio malo. Simplemente es extraño despertar y no estar despierta realmente.

Me acosté en medio de una paz infinita. Cuando los primeros rayos del sol entraron por la ventana, no abrí los ojos. Y podía verlo todo. Ví cuando se dieron cuenta de lo que había pasado. Se supo que la viejita se había enfriado. Lloraron, y yo también quise llorar. Pero no pude. La calaca me dijo que no me preocupara... que ellos iban a estar bien al saber que me iba a un lugar mejor. Lo malo es que a los vivos les cuesta trabajo pensarlo, porque nunca han estado muertos.

Quizá en el fondo algunos presentían que no quedaba mucho tiempo.

Dicen que es terrible llegar a viejo; que el dolor de espalda es tan sólo uno de los padecimientos que acompañan la profunda melancolía por los recuerdos de la juventud. La verdad es que nunca lo sentí así. Es maravilloso mirar hacia el pasado y evocar las miles de experiencias que me permitieron ser lo que fui. Recuerdo los juegos de la infancia, la emoción del primer beso, la felicidad que sólo los hijos pueden dar. Recuerdo las risas de los amigos y el olor del cigarro de mi papá. Pienso en las lágrimas que derramé por mis muertos...

Ahora todo se entiende diferente. Estar muerto no significa el fin. Puedes sentirlo todo... cuando las personas que te quieren están tristes hay algo que te oprime el corazón, o lo que sea que esté en lugar de él. Si se sienten felices, el alma se reconforta y la paz vuelve. Se puede sentir cuando alguien piensa en ti; y aunque eso sucede también en vida, su intensidad es mucho mayor. A veces no nos damos cuenta de lo que significamos para alguien. Cuando estás muerto, es como si esa persona te llamara. Siempre estás ahí, pero no pueden verte. A menos que sean fenómenos de circo o anden jugando a la ouija.
No se dan cuenta.

El único día que uno puede hacer lo que se le antoje es el 2 de noviembre. Y se puede porque es nuestro día. El día de muertos. En México es fabuloso... la gente adorna sus casas con flores y con imágenes de la Catrina.

Por cierto, cuando tan distinguida señora vino por mí no sentí miedo. Tampoco esa bizarra simpatía que en vida le tenemos los mexicanos. Lo único que supe es que un cambio enorme se avecinaba.

El año en que morí, decidí visitar a quienes me recordaban en mi día. Dejaron un altar hermoso, lleno de velas y de pétalos. Estuve mil veces tentada a comerme ese rico pan de muerto. Pero no ... creo que se hubieran asustado.
Sólo mi nieto presintió algo. Todos dijeron que era producto de la imaginación infantil, y que debía entender que nos habíamos separado. La mayoría de las veces, cuando alguien crece se vuelve racional... absurdamente racional...
¿qué sentido tiene vivir si no se cree en nada? Pues no lo sé.

Estoy rodeada de mis queridos muertos, a los que tanto extrañé por años sin saber que estaban conmigo. A los vivos los cuido todos los días, mientras espero apaciblemente a que se reúnan con nosotros. Y no es que quiera que suceda rápido. Todo a su debido tiempo.
Vendrá un día en el que podamos estar juntos de nuevo.
Suena macabro. Suena extraño. Suena hermoso...

Thursday, October 19, 2006

Ok.... me parece un poco obvio que cuando alguien lea esto pensará: "pero ¿qué clase de psicópata escribe a estas horas?" Y no los culpo... resulta que he tenido muchas ganas de escribir y hasta ahora no había gozado de tiempo para ello. No es que tenga una agenda social demasiado llena, pero bueno, esta semana estuvieron aquí mis muy queridisísimos tíos... y hoy he llegado a casa más tarde de lo acostumbrado debido a un festejo a mi tío... que por cierto estuvo bastante agradable, con la familia y también con familiares que no son míos pero que me caen re-re-bien.


Y es que la semana pasada y el inicio de ésta no fueron precisamente buenos momentos. Percatéme de mis muy evidentes fragilidades, díjeme que no podía expresarlas frente a todo el mundo, sentíme utilizada por algunos que dícense amigos, pero también querida por otros... y eso no tiene precio..ni Mastercard podría comprarlo. He de agradecer primeramente al buen Gus y sus sabios consejos, así como sus dulces abrazos.... y segundamente he de mencionar la muy buena intervención de cierto individuo que recordóme algo que siempre he pensado y que no apliqué en los últimos días : "las cosas pequeñas hacen cosas grandes" .... ufff.. no hay nada más cierto que eso.

Tal vez me enoja la actitud de algunas personas. Pero el cielo está muy azul hoy

Tal vez me entristece recordar ciertas situaciones en el pasado reciente... y cuando me baño, no hay nada comparado con sentir el agua tibia acariciando mi piel.

Y sí, hay días que siento un terrible miedo por el futuro. Pero ¿qué diablos? adoro saborear la comida de mi madre todos los días.

Últimamente han resurgido sentimientos de inseguridad muy poco agradables. Y sin embargo, me encanta escuchar los latidos de mi corazón.

A veces parece que el mundo se cierra. Y Lola mueve el rabo cuando me despierta todas las mañanas. Me parece tan tierna...

Uff... no aguanto las ganas de llorar. Voy a explotar pronto, donde sea, con quien sea.... Caramba, qué maravilloso es el olor de la tierra / pasto /asfalto mojado cuando está comenzando a llover.

Todavía ayer sentía una enorme desesperación. Por saber que no estoy bien, que soy demasiado aprehensiva, o que me falta mucho por madurar. O quizá fue un lapso depresivo tonto, como muchos otros.

¿qué importa?

he visto la luna
me he sumergido en el mar
he escalado montañas

de niña brincaba en la cama
he tenido ataques de risa de una hora
pude ver las estrellas en compañía de alguien especial
he olido su aroma
he sentido el calor de un abrazo

me he quedado sin aliento con un beso
sé a qué sabe el chocolate
he caminado muchos kilómetros
oído la mejor música
leído los mejores libros
aprendido de las mejores personas
amado con una intensidad que nunca imaginé

¿porqué iba a sumergirme en la tristeza?
ESTOY VIVA

Sunday, October 08, 2006


Una noche fría miro por la ventana. Estoy harta de escuchar reggaeton, en virtud del mal gusto y la poca considerción de mi vecina. Afuera hay un grupo de adolescentes que se sienten rudos porque fuman. A nadie que sea rudo le gusta RBD, pero en fin...

Observo la luna. Me parece tan fascinante en todas sus formas... Como si tuviera vida propia, ilumina la noche en los días que está feliz y se esconde entre las nubes cuando está cansada. Aquí dicen que tiene la imagen de un conejo que ayudó a Quetzalcóatl. Me pregunto qué dicen en otros lugares. Y es que todos coincidimos en que es simplemente maravillosa, pero todo depende de qué es lo maravilloso y de lo que la luna le exprese a cada quien. En ocasiones brilla intensamente pero lo nublado del cielo o lo estúpido de nuestra superficialidad no nos permite apreciarlo. Eso mismo sucede con nosotros.
Cuando escuché por primera vez que "los ojos son la ventana del alma" no le di mucha importancia. Ahora cada día estoy más segura de que cuando se quiere conocer a alguien no basta con hablar.Una mirada dice más que muchas palabras.
Alguien llora sonriendo
Alguien ríe callando
Alguien suspira sin hacerlo
Alguien grita en silencio
No hay nada más triste que la soledad
... observo; sin nada qué decir, sin nada qué pensar, sólo observo.. ¿qué dicen mis ojos? no lo sé... pero recuerdo a la perfección los de la gente que de alguna manera me ha marcado, para bien o para mal. El sexto sentido no es un sexto sentido. Es simplemente intentar conocer al prójimo a través de su mirada... Lástima que no estamos habituados a hacerlo. Resulta imposible mentir.
Ángeles, demonios, humanos... todos son lo mismo.
El otro día me encontré con la mirada más maravillosa que jamás haya podido imaginar. Como en un sueño, el resto de las cosas desaparecieron para dar paso a un universo alterno, fantástico. La realidad estalló en mil pedazos. No necesito comprender nada. Podemos ser como nos venga en gana. Pareciera un momento eterno...
Hoy escuché algo que me encantó:
- ¿ te estás dejando morir?
- No. me estoy dejando vivir...
¿Qué importa si el mundo no entiende tu mundo? A mí me vale. Pero me gusta tomarme un tiempo para comprender el de los demás. Quizá es solo una fijación. Quizá un intento por penetrar en la vida de alguien. O un intento por permitir que entren en la mía, tal y como son.
Gracias Dios mío. Los estúpidos de la otra casa al fin apagaron su música. Y yo sigo en un debraye mental cual Alicia en el país de las maravillas, entre estas cuatro paredes, con este buen disco y mi amiga la computadora, sin la más mínima necesidad de pretender que soy quien no soy con la ayuda de un poco de maquillaje, música barata, y una plática burda...
Las miradas no mienten. Hagas lo que hagas, cuando alguien presta atención a tus ojos quedas completamente descubierto...
Alguien llora riendo
Alguien suspira
Alguien estalla por dentro cuando ve al ser amado
Alguien es feliz con la mente y con el cuerpo
Otros fingen que no pasa nada..

Tuesday, October 03, 2006

¿Porqué hay personas con las que se establecen conexiones tan profundas, y otras que simplemente te dan igual?

Caracoles... hace mucho que no escribía. ¿Porqué? No sé... tal vez no había tenido demasiado tiempo para ello, entre tareas, trabajos, viajes familiares, comidas, y pláticas profundas que dejaron mucho que reflexionar (claro.. es que soy taaan popular...jajajaja)
Por alguna extraña razón, hoy he tenido ganas de escribir todo el día. Así que a pesar de que es tarde y me siento un tanto demente lo haré. Las últimas semanas han sido algo raras...
El viernes fue el famoso y muy mentado "día del candidato", en el borreguil instituto al que asisto. No sé si lo más raro fue disfrazarme de persona decente y tener que estar trepada en los zapatos de tacón por tantas horas, la carne de quién sabe qué adobada que hubo para desayunar (seguro quien haya comido tuvo indigestión), o analizar las muy diversas actitudes de quienes me rodean.
Y es que después de posar para tantas fotos una se pregunta qué es lo que significan. Somos muchos en la generación. Todos nos hemos visto las caras por 9 largos semestres. Y sin embargo, ¿cuántos nos conocemos realmente? Demasiado pocos... No me quejo, porque esos pocos me hacen los días felices. Simplemente me parece raro...
Cuando voy por la calle, suelo observar a la gente que pasa junto a mí. He notado que casi nadie me mira a los ojos. Cuando yo los veo, descubro que muchas miradas son tristes. En la ciudad de la esperanza, la gente lleva prisa. O tienen miedo. De chocar, de que los vean feo, de que los asalten... no sé. No creo tener pinta de ratera, pero uno nunca sabe... También escasean las personas sonrientes.
Sé que suena bastante estúpido, pero la verdad es que en muchas ocasiones me pregunto qué es lo que pasa por la mente de esos cientos de individuos que pasan quasi desapercibidos por el resto, que va caminando a toda prisa. ¿Cuántas historias tendrán que contar?, ¿cuántos problemas los aquejan?, ¿cuántos necesitan de un amigo?, ¿a cuántos les preocupa la situación de nuestro traqueteado país, subcontinente, continente, y planeta? quién sabe... a nadie le interesa.
En la Torre Latinoamericana, la vista es sensacional. Un montón de casas y edificios amontonados entre esa niebla gris que todos respiramos (guácala). Miles de automóviles avanzando de la manera más desorganizada posible, microbuses atravesándose, tanta gente caminando por ahí sin saber que alguien que no tiene nada que hacer está observándolos... y probablemente nunca volverá a toparse con ellos. Tantas vidas ahí, en frente de uno... y rara vez tenemos la oportunidad de saber lo que ocurre con cada quien. Es una verdadera lástima, porque de nada se aprende más que de una buena plática con alguien... con quien sea.
Caramba. Un ciclo más de mi vida está a punto de terminar. Me pregunto con cuántos de esos a los que vi por cuatro años y medio seguiré en contacto. Más aún, me pregunto cuántos de ellos me permitirán conocerlos realmente...
Por ahora me voy...

Thursday, September 14, 2006

En un lugar de Coapa, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho que vivía una mujer que en ocasiones no dormía demasiado. Un poco triste, un poco aburrida, un poco rara. El caso es que cierta noche platicaba (vía la matrix) con una buena amiga quien le dio una impactante lección sobre fantasmas. Y es que no sólo existen los chocarreros, los poltergeist, y los doppelgänger. También hay incubus... ¿qué demonios es eso? "Te violan en la noche y ni cuenta te das"... aaaaaaah canijo... qué bueno que no uso pijamas escandalosas...jajaja.. en realidad sigo sin entender porqué me dio tanta risa la expresión de dicha dama. Lo cierto es que me hizo recordar un sueño que tuve hace mucho tiempo. Su impacto fue tal que sigo sintiéndolo como si hubiera sido ayer.
Salí sola en la noche. Estaba harta de sentirme nerviosa en las lecciones de manejo, así que en un arranque de valentía decidí conducir como un as del volante en medio de la madrugada. Estaba muy oscuro, y hacía frío. No se oía ni el más mínimo ruido.
Así sí me gusta. Nadie que esté fastidiándome con "mete el clutch, saca el clutch, más rápido, más lento... espejeaaaaaaa"... qué feliz me sentía de saber que no era tan lerda. Regresé a la privada sintiéndome triunfante. No quería que nadie supiera, era un triunfo sólo mío. Pero de pronto atravesó un niño corriendo. El carro se tambaleó de tal forma que supe que lo había aplastado. ¡Dios mío! ¿y ahora qué iba a hacer? Me quedé helada. Las manos me temblaban. Me bajé lo más rápido que pude para ayudarlo. Pero no había nadie.
¿Estaré volviéndome loca? Quizá es por el sueño... no sé que hora es, pero seguro más de las 3 de la mañana. El corazón me latía cada vez más rápido. No había tal niño, ni en frente del carro ni debajo de él. Quién sabe que diablos habrá sido... por si las dudas mejor regreso a la casa y finjo que nada de esto ha ocurrido.
Me estacioné como pude, entre los nervios y la extrañeza. Escuché una pelota rebotando muy cerca de mí. ¿Estás bien? ¿No te dañaste? ¡Gracias Dios mío! Pensé que había dejado cojo a alguien. Abro la puerta para pedir una disculpa al escuincle que estaba jugando a esa hora.Un momento... ¿pero qué tipo de escuincle hace eso? Qué raro.... No hay nadie. Esto está empezando a darme miedo. Escucho una risita infantil. ¿Quién anda ahí? La risa otra vez, y luego la pelota. Pero no se ve nadie. Demonios, dejen de jugar con mis sentimientos. No sé qué es lo que pretenden, pero yo mejor me bajo y me meto a la casa.
Abro la puerta, busco las llaves en la bolsa del pantalón. Siento una presencia rara. Tengo al niño junto a mí. No es muy alto, debe tener unos 7 u 8 años. No sé quién es, pero no es ninguno de mis vecinos. Se ve muy pálido y ojeroso. De hecho, la verdad es que se ve un poco transparente y verdoso, o verde transparentoso. ¡En la torre!
Ahora sí estoy asustada. Volteo a verlo con la esperanza de reconocer a uno de mis pequeños vecinitos que esté jugándome una broma cruel. Pero no. No hay nadie. Sólo escucho esa risita lejana acercándose. ¿Dónde dejé las llaves? ¿pero porqué demonios cerré con seguro cuando salí? El corazón me late cada vez más rápido. Estoy empezando a sudar. Las gotas se mezclan con un tremendo frío. Cada vez lo siento más cerca. Pero no lo veo.
Comienzo a golpear la puerta de la casa. No importa que me regañen por salirme a altas horas de la noche a probar suerte en el volante. ¡Ábranme!, ábranme de una vez por todas, que no aguanto estar aquí sola con ese.... ¡lo que sea! siento sus manos frías en la cara, me desespero cada vez más... ¿pero qué nadie oye mis gritos?
Me desperté justo como se ve en las películas de terror chafa. Brinqué en la cama, y me levanté con un ligero grito de desesperación. Uuuufffff...estoy en mi cuarto. No tengo frío. Estoy entre mis ricas sábanas, y todo está como lo dejé. No hay ningún niño macabro cerca, o al menos ninguno del que me percate. Por fin pude reírme de que una pesadilla tan barata me haya alterado. Pero es que se sentía tan real... creo que nunca había sentido eso. Todavía siento el sudor frío...

Saturday, September 09, 2006



Sin algo que hacer...
Siendo las 22 horas con 47 minutos del sábado, he descubierto que me encuentro un poco aburrida (aunque sosteniendo pláticas interesantes vía cibernética), por lo cual decidí darme a la tarea de escribir...
Esta semana resultó un poco extraña. De por sí el periodo de exámenes ya enrarece el ambiente, puesto que un alto porcentaje de los estudiantes andan por los pasillos con un semblante entre triste e histérico.
El lunes salí de mi último examen y noté que estaba lloviendo de una forma bastante sabrosa. Inferí que si intentaba manejar no podría ver nada, así que decidí esperar a que bajara un poco la lluvia. Pero Tláloc estaba haciendo de las suyas. Después de una hora de ver que eso no ocurría decidí irme. Qué bueno que mi padre estaba cerca de ahí y se ofreció a guiarme. La verdad es que no creí que fuera para tanto. El estacionamiento de mi querida institución educativa tenía muchos charcos, y algunas cascadas interiores para agregarle glamour a la situación, y al salir había unas cuantas cosas flotando. Claro, no esperaba que en la calle los topes y camellones hubieran desaparecido en las profundidades del agua, ni que las coladeras se hubieran transformado en finísimas fuentes que lanzaban líquido con gran elegancia. Pero así fue. Lo bueno es que la comadre me acompañaba en el calaca-móvil, que por un día funcionó como trajinera.
El martes se declaró oficialmente que el prejidente ejpurio gobernará México. Dicen que la democracia ha triunfado gracias al buen desempeño de las instituciones. Yo digo que fue un fracaso jamás imaginado. El actual mandatario afirma que su sucesor va a despejar el país. El ejpuriamente electo presidente declara constantemente que todos los mexicanos lo eligieron; pero yo no lo elegí. El dirigente alterno vive efectivamente en una realidad alterna. Mientras, muchos millones de mexicanos somos espectadores del circo que desgraciadamente define nuestras vidas. Si cada pueblo tiene el gobierno que se merece, comenzaré a asustarme del karma colectivo de mi México lindo y querido...
El jueves llegué a la casa a las 7:30 y no había luz. Demonios. Hubo que comer a la luz de las velas (qué romántico), y leer algunos apuntes a la luz de la linterna para no llegar en blanco al examen del día siguiente. Hubiera podido esperar a que regresara... pero eso no sucedió sino hasta las 9:45 del día siguiente. No sé qué es lo que la CFE pretenda.
El viernes pasé una mañana y una tarde excelentes en compañía del buen Gus. Creo que a eso se debió mi buen humor durante la noche. Después de mucho, mucho tiempo, consumí aproximadamente 3/4 partes de una rica ensalada de muy grandes dimensiones, en compañía de unos buenos amigos de la familia. Después de presenciar un caso de exceso de alcohol en determinada fiesta de adolescentes de la que recogimos a una chamaca, partimos hacia el hogar... dulce hogar... la cama está más rica a las 3:30 am, cuando los ojos están cansados.
¿Y hoy qué? Hoy hubo una bonita fiesta del bonito hijo de una bonita y querida amiga. La decoración estaba muy coqueta, al igual que el maquillaje de los niños y la piñata. La verdad es que se sintió el calor familiar de siempre, cosa que me hizo recordar viejos tiempos y ponerme contenta por ver a hijo, madre, abuelos, tíos y demás agregados culturales de buen humor.Y es que los niños siempre ponen de buen humor. Había una niña que usó las patas del Igor piñatesco como zapatos, uno que pasó el 50% de la fiesta sonriendo porque empujaba una silla, y otro más (el festejado) que tomó una siesta y despertó para darle una mordida al pastel.
La verdad es que fue una semana llena de cosas en qué pensar. Ahora me encuentro escribiendo sandeces para publicarlas en Internet. ¿Será que alguien las lea? No sé... Si alguien se toma la molestia, gracias. Espero que encuentre entretenida la breve crónica semanal. La verdad es que es una payasada, pero no está de más recordarla...

Sunday, September 03, 2006

Despertar ...



Despertó de un sobresalto. Las sábanas, blancas y suaves como un pétalo, estaban revueltas. Parecía que había estado moviéndose mientras se encontraba dormida, en un sueño profundo que al mismo tiempo le causaba una gran inquietud. La ventana estaba completamente abierta, de modo que una fría corriente entraba en la habitación. Podía verse la luna llena, rodeada de hermosas y brillantes estrellas. Quién sabe cuántas noches había disfrutado de la sublime vista que el cielo le ofrecía. Lo cierto es que esa no sería olvidada jamás.
Con los ojos bien abiertos, recordó lo que había sucedido esa noche. La memoria parecía invadida por una espesa neblina, apenas podía evocar lo que había sucedido hacía algunos momentos. Sus recuerdos se encontraban truncados, de forma que una mediana reconstrucción de los hechos significaba un gran esfuerzo.
Tras largas horas de escalofríos ocasionados por la fiebre, había podido conciliar el sueño alrededor de las tres de la mañana. Tenía mucho calor. Se sentía abandonada, sola en el ardiente desierto en que se había convertido la alcoba. Temblorosa, la mano derecha intentaba adivinar si su temperatura había retornado al nivel habitual. El reloj marcaba lenta y tortuosamente el paso de la madrugada. Ya no sentía las gotas de sudor frío recorriendo su cuerpo, y la opresión en el pecho finalmente había desaparecido.
El reloj, eterno guardián y testigo de la enfermedad, se había caído de la mesita de noche. Era imposible saber la hora. Sin embargo, la oscuridad del exterior revelaba que aún faltaban algunas horas para el alba. Animada por el paisaje que le ofrecía la ventana, notó que se sentía mucho mejor. Le gustaba admirar la complejidad de lo aparentemente simple, maravillarse ante la grandeza del cielo, muchas veces ignorada por quienes se han habituado a su presencia.
Se levantó de la cama, aun débil y temblorosa. De inmediato se topó con una imagen que jamás había observado. Su extrañeza era tal, que le parecía tan bella como macabra. Frente a ella se encontraba una mujer delgada, pequeña, y pálida. Había en ella algo que le provocaba una inaudita sensación.
Oculta entre la oscuridad, apenas podía vislumbrar a aquella persona que estaba en su habitación. A juzgar por los detalles que alcanzaba a apreciar, la anatomía de la mujer correspondía a la de un ser humano un tanto frágil, delicado. Su estatura no era del todo baja; y sin embargo ahí, frente a ella, pareciera que podría romperse al más mínimo golpe. Como si fuera una muñeca de porcelana, o un objeto de cristal. Llevaba puesto un fresco camisón blanco, que le cubría hasta los tobillos.
Después de algunos minutos, decidió acercarse. Quería descubrir si era una alucinación provocada por la terrible enfermedad que la aquejaba. Si era real, debía averiguar su identidad, su propósito al entrar sin previo aviso, en medio de la noche. Siguió observándola hasta toparse con su rostro, notablemente afilado. El largo cabello parecía combinar con el escuálido cuerpo, como si toda ella adoptara una figura alargada. Éste cubría medianamente la cara, aunque la mayor parte de los rasgos eran visibles.
La extraña esbozaba una sonrisa tímida, pero sincera. Sus ojos, grandes y encendidos, transmitían una quietud indescriptible. Nunca olvidaría la mirada de esa mujer, atónita y serena, como quien se encuentra gratamente sorprendido.
Entonces recordó a su madre. Su perfume, dulce como las flores, hacía gala de la dulzura que sólo ella poseía. En realidad, su instinto maternal la obligaba a adoptar una actitud en la que se combinaban, en perfecta proporción, la ternura y la severidad. Desde que el médico los previno de los graves problemas respiratorios que su hija tenía, ambos padres se dieron a la tarea de evitar situaciones poco favorables para su salud.
Cuántas veces se lo había advertido su madre. Había que ponerse el suéter, resguardarse del frío, cuidarse del agua y del viento. Estaba cansada de atemorizarse, cansada de huir de la propia naturaleza. Y entonces pasó. Esa tarde estuvo observando el cielo. Le gustaban los días nublados, aunque nunca había disfrutado de ellos sin una ventana de por medio. Sintió deseos de salir.
En la calle sintió las primeras gotas del chubasco que se avecinaba. No le importó. Esa experiencia, completamente nueva, la llenaba de emoción. Quiso sentir la lluvia de cerca. Alegrarse ante la posibilidad de que las gotas de agua escurrieran por su piel, su cabello, su cuerpo entero. Fue entonces cuando se despojó del suéter que escasamente la cubría.
Tras un largo paseo, regresó a su casa. Subió las escaleras con una agitación indescriptible. Sin poder contener la alegría, dejó la ropa empapada en el baño. Cuando estuvo seca, se dirigió a la recámara de sus padres. Quería compartir la belleza de lo que había presenciado. El relato causó una profunda preocupación. Sin embargo, la notoria felicidad de su hija logró tranquilizarlos esa noche.
Como se esperaba, las consecuencias fueron desastrosas. Al día siguiente la dificultad para respirar le impidió levantarse. Acudieron a muchos médicos. Ella se sentía atrapada entre las cuatro paredes de la alcoba. Quería volver a salir. Ahora no podría hacerlo.
No estaba arrepentida. Acaso sentía pena por sus padres. Se veían nerviosos, asustados. Era perfectamente comprensible. Había quebrantado una regla implantada por su propio bien. Nadie le reprochó su falta. Finalmente fue una forma de cumplir su sueño; la obsesión por apreciar la naturaleza de cerca no hubiera germinado de no ser por su condición.
Observó a la mujer frente a ella. Esta vez le sostuvo la mirada. Ahora la figura era más clara. Era capaz de apreciar hasta el más ínfimo detalle que la componía. Podía ver las ojeras del pálido rostro, apreciar el cansancio y la confusión de quien la visitaba. Nunca antes se había detenido a verla. Una lágrima rodó por su mejilla. Sentía un enorme miedo, pero no podía contener la felicidad que aquella experiencia le provocaba.
Eran las seis de la mañana. Un rayo de luz iluminó la alcoba. Entonces pudo ver su cuerpo inerte entre las sábanas. Con los ojos cerrados, poseía la misma conmovedora sonrisa que la mujer del espejo.



Finalmente, ¿qué es un blog? La misma cursilería que un diario, con la modalidad de que se encuentra disponible en Internet... y por lo tanto es susceptible de ser leído por cualquiera que explore la supercarretera de la información y no tenga nada qué hacer. ¿Y para qué escribirlo? Supongo que sólo para sacar digitalmente una parte de mí... pues bueno, ya se verá si algún ocioso se percata de lo que se escribe en el rincón de una calaca.

Creo que no hay mucho que contar sobre hoy. Me levanté a las 8 a.m. (como siempre, no sé porqué), desayuné un rico plato de cereal, bañé a Lola (quien por cierto sufre de stress cada vez que tiene que someterse al proceso de lavado), y me bañé yo...

Descubrí que aun estaba ronca, después de pasar varias horas gritando como un mandril en brama, con motivo del concierto de los Strokes. Ya lo sé... son unos fresas, pero no me importa. Me gustan mucho.

Ayer fue un muy buen día. Desperté después de lo acostumbrado (a las 8:45 .. woooow), y pseudo trabajé en algunas cuestiones pendientes de la escuela. Qué bonito es leer sobre lo que a uno le gusta... El caso es que después de un rato de estar perdiendo el tiempo llegó Gus, y tuvimos una plática muy interesante, como siempre...

Para variar, quisimos evitar el tráfico. Y tuvimos tal éxito que se nos hizo demasiado temprano. No importa, la simple llegada al Palacio de los Deportes ya fue todo un espectáculo gracias al interminable desfile de Julianes Casablancas y Fabrizios Mora...

Después de una hora de escuchar a Daphne's no sé qué (que la verdad tocan muy decente) la gente empezó a entrar en la desesperación contagiosa... Luego vino Jumbovisión a rescatar los ánimos, enfocando unas 30 veces a un chico bautizado como "Rigo" por la multitud, y que logró entrar en nuestros corazones.. jajaja. También tuvieron su momento de fama un niño que iba con su padre, un montón de viejas ridículas (i lov fab moretti... por Dios), una dama que se quitó la ropa en un intento desesperado por llamar la atención, y demás fenómenos de circo...

Por fiiiiiin después de coincidir con el chavo de atrás (que tocaba la guitarra con la boca) y su novia en que ya era hora apagaron las luces. Qué bien se sintió escuchar Soma, después de que hace 2 años quedaron debiéndola. Ni qué decir de Is this it?, Reptilia, Red Light, On the Other Side, The Modern age, Heart in a Cage, Juicebox, y otras tantas cancioncitas que me gustan un montón. Me vi obligada a gritar como una demente (eso que ni qué), especialmente en Last Night. Sin duda el día de ayer me trajo muy buenos recuerdos, de aquella ocasión en la que iba como novata sentimental :p .... lo mejor? pues Julian Casablancas es tentador... pero la verdad (y aunque se lea ridículo) es que la compañía era envidiable. Teniendo a mi mejor amigo, individuo y novio ahí, teníamos que pasarla bien. Creo que no recuerdo ningún momento en el que no haya estado o gritando o riendo... ¡qué bien!

¿Y luego qué? Pues nada... despedí a Gus y me percaté de que era verdad su afirmación de que me veía un poco cadavérica (qué raro) y carapálida (más raro aun) ... pero bien feliz. Me tardé un buen rato en dormir. No pude luchar en contra de traer pegada la misma musiquita, pensar en lo bien que la pasamos, y, sobretodo, en el paradero de Rigo...