Tuesday, October 03, 2006

Caracoles... hace mucho que no escribía. ¿Porqué? No sé... tal vez no había tenido demasiado tiempo para ello, entre tareas, trabajos, viajes familiares, comidas, y pláticas profundas que dejaron mucho que reflexionar (claro.. es que soy taaan popular...jajajaja)
Por alguna extraña razón, hoy he tenido ganas de escribir todo el día. Así que a pesar de que es tarde y me siento un tanto demente lo haré. Las últimas semanas han sido algo raras...
El viernes fue el famoso y muy mentado "día del candidato", en el borreguil instituto al que asisto. No sé si lo más raro fue disfrazarme de persona decente y tener que estar trepada en los zapatos de tacón por tantas horas, la carne de quién sabe qué adobada que hubo para desayunar (seguro quien haya comido tuvo indigestión), o analizar las muy diversas actitudes de quienes me rodean.
Y es que después de posar para tantas fotos una se pregunta qué es lo que significan. Somos muchos en la generación. Todos nos hemos visto las caras por 9 largos semestres. Y sin embargo, ¿cuántos nos conocemos realmente? Demasiado pocos... No me quejo, porque esos pocos me hacen los días felices. Simplemente me parece raro...
Cuando voy por la calle, suelo observar a la gente que pasa junto a mí. He notado que casi nadie me mira a los ojos. Cuando yo los veo, descubro que muchas miradas son tristes. En la ciudad de la esperanza, la gente lleva prisa. O tienen miedo. De chocar, de que los vean feo, de que los asalten... no sé. No creo tener pinta de ratera, pero uno nunca sabe... También escasean las personas sonrientes.
Sé que suena bastante estúpido, pero la verdad es que en muchas ocasiones me pregunto qué es lo que pasa por la mente de esos cientos de individuos que pasan quasi desapercibidos por el resto, que va caminando a toda prisa. ¿Cuántas historias tendrán que contar?, ¿cuántos problemas los aquejan?, ¿cuántos necesitan de un amigo?, ¿a cuántos les preocupa la situación de nuestro traqueteado país, subcontinente, continente, y planeta? quién sabe... a nadie le interesa.
En la Torre Latinoamericana, la vista es sensacional. Un montón de casas y edificios amontonados entre esa niebla gris que todos respiramos (guácala). Miles de automóviles avanzando de la manera más desorganizada posible, microbuses atravesándose, tanta gente caminando por ahí sin saber que alguien que no tiene nada que hacer está observándolos... y probablemente nunca volverá a toparse con ellos. Tantas vidas ahí, en frente de uno... y rara vez tenemos la oportunidad de saber lo que ocurre con cada quien. Es una verdadera lástima, porque de nada se aprende más que de una buena plática con alguien... con quien sea.
Caramba. Un ciclo más de mi vida está a punto de terminar. Me pregunto con cuántos de esos a los que vi por cuatro años y medio seguiré en contacto. Más aún, me pregunto cuántos de ellos me permitirán conocerlos realmente...
Por ahora me voy...

1 comment:

Emilio León said...

¡Oh Mariani! ¡q puedo decirte! Esto d escribir deja mucho (ojala fuera dinero ¿no? no nos caeria mal jajaja) Talvez este escrito sea con el q mas me identifico, tantas veces eh pensado en cosas similares, tantas veces solo vemos la vida pasar ¿no crees? Justo con la platia de hoy pense... y tantas personas q vemos pasar, solo eso, las vemos pasar y no sabemos q tenia q pasar...
¡T quiero Mariani!
atte Jose Emilio (arriba la madre patria jaja)