Wednesday, April 25, 2007

- Debes creerme. No soy yo quien ha arruinado las cosas. Sólo quise darte la mano cuando creí que lo necesitabas.
- ¿ Y a qué demonios viene eso? Mírame. Estoy cada vez más delgado, más triste, más sucio.
- No es mi culpa. Tú no has querido mejorar ni esforzarte en lo más mínimo. No soy tu madre.
- Lo que pasa es que nadie se toma la molestia de entenderme.
- A mí tampoco. Por cierto, ni siquiera tú lo intentas.
- Es que es diferente. Tú todavía tienes por quién luchar. Yo, en cambio, estoy a punto de rendirme.
- ¿Rendirte? Vamos, no lo has hecho en muchos años. ¿Porqué ibas a rendirte ahora y no antes?
- Porque ahora estoy cansado.
- Eso has dicho siempre.
- Y tú también.
- Sí, estoy cansada.
- ¿De qué?
- De ti. De todo el mundo, porque jamás he sentido una mísera pizca de solidaridad.
- ¿Estás segura?
- Completamente
- A mí me pasa lo mismo.
- ¿Porqué será?, ¿porqué será que nadie ha querido ayudarnos?
- Creo que es porque todo lo tienen. Y no lo quieren compartir.
- Lo mismo opino.
- Entonces estamos de acuerdo en todo.
- No lo creo. Estoy harta de ti.
- ¿Cómo harta?, soy yo quien quiere salir huyendo de esta asquerosa casa. No soporto más vivir aquí.
- Pues márchate de una vez por todas, que nadie te obliga.
- Lo que quieres es quedarte con la casa, y con las pocas cosas que le quedan.
- No. Lo que pasa es que mis necesidades son mayores que las tuyas. Además ya no tienes por quien luchar. Yo sí tengo. Tanto derecho tengo como tú de permanecer aquí. O quizá más.
- Maldita sea. Nadie me apoya. Nadie me entiende. A nadie le importo. Los odio a todos.
- De esto se enterarán los demás.
- ¿De que los odio?
- Precisamente de eso. Lo sabrán. Me apoyarán en todo este asunto.
- ¿Es que tú no los odias?
- Sólo a algunos. Sólo a veces... cuando no están dispuestos a ayudarme.
- Ahora entiendo porqué seguimos juntos, a pesar de todo...
- ¿Porqué? No encuentro nada que me una a ti más que tus propios carpichos.
- No es eso. Es mucho más profundo. Nos unen la locura y el odio.

No comments: