Tuesday, January 09, 2007

Después de unas largas vacaciones, al fin he vuelto a escribir. Hace mucho tiempo que no me detenía a hacerlo; y no por falta de ganas sino de espacio.

El periodo vacacional me sentó bastante bien por varias razones. En primera, porque entre familia se siente siempre el calor y la alegría de estar juntos. ¿Qué mejor compañía para compartir lo bueno de la vida? Mientras más, mejor. De igual forma, debo aceptar que la naturaleza jugó un papel importante en este proceso. Sentí la fuerza del mar sobre mi piel, y fui testigo de su infinita grandeza. Sentí que volaba sobre las copas de los árboles, libre.. Indudablemente, después de 12 años en la "ciudad de la esperanza" los pulmones se alegran cuando respiran aire sin plomo. Purifica el cuerpo. Y purifica el alma.

Hubo mucho tiempo para reflexionar las cosas, guardar la calma, sentirse en paz. Cuando el viaje hubo terminado, fue hora de enfrentarse a la realidad. Y la realidad es... que ser libre es muy raro. Uno comienza a extrañar las presiones y las responsabilidades. Algunos días se siente genial; otros traen melancolía.. los amigos, el aprender muchas cosas, la rutina. Uno no sabe qué hacer, dónde buscar... o qué buscar.

¿Y ahora qué? Quién sabe. Paulatinamente se presentarán oportunidades, y en algún momento hemos de elegir el camino más conveniente. No importa si nos caemos una, dos, o tres veces. No hay problema alguno... al contrario. La vida está hecha para disfrutarla a cada momento. En los ratos libres y en los llenos de trabajo. Es justo esta situación la que permite que el espíritu se relaje y se encuentre a sí mismo.

Pero de que se siente raro, se siente raro...

1 comment:

Anonymous said...

Gracias por el post hermanita, se aprecia un buen, sigue escribiendo así de chido, y mucha suerte, un abrazote xo

weezzle