Increíble lo que puede pasar por la mente después de una inspiradora y poética clase...
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Hace poco vi a una buena y lejana amiga cuya cara no veía en vivo desde hace como 2 años. Platicábamos de las extrañas conexiones que pueden surgir entre la gente, y pensé si sería producto del azar, del destino, los astros, o la voluntad... la voluntad de escuchar y hasta de sentir. Afortunadamente, creo que siento esas raras conexiones con más de tres personas, y es una muy linda experiencia. Pero no sé si es que con el resto no se puede, no se quiere, o sólo no ocurre.
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Desde ayer estoy pensando en lo extraño que es ver a alguien todos los días y a veces no saber nada sobre él. Y luego viene este señor y me lanza miles de palabras que me dejan en la estratósfera, pensando en quién sabe qué cosas raras... Y de repente el trancazo con la realidad. Cruda, triste, y a veces hasta estúpida.
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- ¿quieres sentarte? [me mira como pensando si no me he sentado por desprecio]
- bueno... gracias. Cuidado con los mochilazos, aun no aprendo a controlarlos bien
- jajajaja. No te preocupes.
- ok ... [¿y éste que anda buscando?] Emm... ¿pasa algo?
- sí. ¿Ves unos papeles ahí? Son blancos, no sé dónde se me cayeron.
- a ver... [busco debajo del asiento] No, no veo nada.
- ay no, ¿y ora cómo voy a trabajar? [veo preocupación en su mirada y me retuerzo como gusano hasta que los veo ahí, tirados en la parte de atrás]
- ¡mira! ¿no son esos?
- ¡sí!, ¡graciaaaaaaas! es que si no no puedo trabajar... y de por si... no les gusta que vaya a la farmacia
- ¿por qué?
- pues... ya sabes. Me dicen que ya me deje de poner cremas y lociones, y de pinatrme el cabello. Pero lo voy a volver a hacer.
- Pues sí, ¿qué les importa no?
- Jajaja, pues sí, pero ya ves.... antes traía unas extensiones y me veían peor.
- Mmmm.. bueno, yo creo que no tendrían porqué, pero sí, luego la gente juzga sin saber qué onda.
- Y más porque me inyecto.
- ¿Eh?
- Me inyecto. [Señala su pecho.. creo que me va a alcanzar pronto]
- ¡Ah! no te había entendido...
- Ay ya.... soy mujer, aunque les duela.
- No tendría porqué doler...
- Me hicieron pruebas... del SIDA salí limpia, pero no de la de embarazo. Jajajaja.
- jajajajaja... ¿cómo te llamas?
- Me dicen Jessica. ¿Y tú?
- Mariana.
- Mucho gusto. Ya tengo que irme, esta es mi parada.
- Ok. Qué bueno que encontraste tus papeles... ¡que tengas muy buen día!
- ¡También tú! y gracias....
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Me quedo sentada pensando. Por su sonrisa parece que el "gracias" va más allá de encontrar los papeles.
Y pienso cómo es que hay gente que se atreve a perder la oportunidad de hablar o de sentarse junto a alguien sólo porque parece no encajar. [¿Encajar en dónde y para qué?]
